Por: Henry Hernández Sáenz

En la fotografía aparecen don Juan José Toruño Calderón en segundo plano, y don Juan José Toruño Jirón con el teléfono. Juntos padre e hijo, y con esa sonrisa así los encontré en su oficina allá en 1998 aquella mañana que me recibieron para darme la oportunidad de aprender lo que era hacer radio primero en RADIO DARIO y luego en la ya desaparecida Metro Estéreo 99.3 FM.

Ellos no miraron en mí lo mal vestido, despeinado y lleno de polvo de los caminos de Lechecuagos cuando llegué a su oficina. Por el contrario, expresaron su admiración que yo, siendo del campo, quería aprender es sus radios. Conversaron conmigo como si ya me conocían, me hicieron sentir en casa y no dudaron en confiar en mí. Inmediatamente aceptaron darme la oportunidad. Esa lección de vida y esas escenas jamás las olvidaré.

Don Juan Toruño padre fue el de la gran idea en fundar Radio Darío a mediados del siglo pasado y que actualmente la heredó su hijo don Aníbal Toruño de quien ya sabemos su historia en la lucha por la democratización de nuestro país.

Don Juan Toruño Jirón era, al igual que su papá, un hombre humilde, sencillo, enamorado de la radio. Yo defino a la familia Toruño en occidente artífices de la historia de la radio en León y Chinandega y por supuesto de Nicaragua.

Mis respetos para ellos que a pesar de tantas dificultades y de ser víctimas de las dictaduras de Somoza y la Sandinista, nunca agacharon la cabeza. Son ejemplo de decencia, valores, dignidad y trabajo arduo.

Hoy don Juan Toruño Jirón se nos fue al cielo, pero detrás deja un legado inspirador de principios y valores, así como de servicio a la sociedad leonesa y chinandegana de educación, información y entretenimiento a través de sus emisoras. Sin duda, ejemplo de profesionalismo y de lucha por la libertad de expresión en occidente y el país. A través de su emprendimiento que data de más de medio siglo, también dieron empleo a decenas de personas, dieron oportunidad a muchos jóvenes a ser parte de la radio por lo que, en lo personal, considero que también fue una gran escuela.

Don Juan Toruño padre falleció hace casi una década y hoy se reencuentra con su hijo con quienes siempre estaban juntos haciendo lo que más les gustaba: radio.

Mis oraciones por su alma y por la familia para que tengan fortaleza de aceptar los designios de Dios y curen sus heridas por esta gran pérdida. Mi abrazo para ellos.

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