- Chinandega poco a poco se ha convertido en un inmenso mercado, las casas céntricas se ahora son módulos que se rentan para nuevos negocios.
Según información de una fuente en el área de urbanismo de la alcaldía municipal de Chinandega, a diario se construye entre uno a tres módulos, algunos con la garantía que serán rentados de inmediato, otros esperan que surjan nuevos emprendedores para que ocupen estos nuevos espacios.
Chinandega es una ciudad de decenas de módulos de alquiler, la segunda ciudad comercial después de Managua, con un tráfico intenso de mercancías. Se calcula que la cantidad de módulos para comercio u oficinas se acercaba a los 6.000 al finalizar este año 2022.
En recorrido por la ciudad se puede apreciar los negocios de ropa usada, grano básicos, de alimentos, farmacias, microfinancieras, ferreteros, librerías, dispositivos electrónicos, bebidas nutritivas, comiderias, salas de belleza, barberías, panaderías y vulcanización. En los módulos también se puede encontrar buffet jurídicos y se acomodan hasta médicos con sus respectivos
consultorios.
“Los módulos para alquilar y poner un negocio siempre han existido, solo que ahora hay muchos más’, refiere un trabajador de la construcción, que se encuentra adaptando una vivienda. Para convertirla en un nuevo módulo. “Los módulos vienen a ser lo que por los años sesenta y setenta eran las casas de alquiler, solo que ahora son cubículos reformados con sus respectivas condiciones; agua, baño y llave. Expresó un ciudadano chinandegano, que además asegura que la renta de estos espacios se ha convertido en una forma segura de generar ingresos, “más cuando te encontras fuera del país”.
Una forma de producir dinero desde el extranjero
Tere es una nicaragüense que vive en Los Ángeles California, su herencia, una casa ubicada cerca del centro de la ciudad de Chinandega, la mandó a modificar con tres módulos de 3×3 metros que alquila a $100 dólares. El esquinero con el doble de tamaño a $250 dólares, pero son sus familiares quienes le administran.
“Se convirtió en una alternativa porque dejaba la casa sola y se estaba deteriorando también, entonces me pareció mejor hacer los módulos y rentarlos para así obtener dinero extra desde Nicaragua” expreso nuestra entrevistada. Especialistas en construcción coinciden que el costo de construcción de mremodelación de un módulo 4×5 tiene un costo de 10 mil 500 dólares. Esta es una inversión que pueden realizar pobladores con posibilidades económicas.
Casas antiguas están desapareciendo
Muchas familias chinandeganas han decidido remodelar sus casas para alquilar en dos o tres módulos y ellos habitan al fondo con apenas una entrada. En las inmediaciones del mercado central, los módulos se han establecido en una decena de casas centenarias algunas todavía con techo de tejas.
La espaciosa casa de la Familia Cervantes, ubicada del templo San Antonio 3 cuadras al Este, es una inmensa bodega, donde un inversionista instaló un negocio de ropa, calzado, prendas y otros artículos de segunda. Una de las más vistosas casas solariegas chinandeganas, era de la recordaba maestra de generaciones Rosa María Martínez cariñosamente para los chinandeganos que la llamaban, “La Niña Chita Martínez”, que después que falleció hace una década, el inmueble fue dividido en secciones comerciales.
Esa vivienda que fue construida en la década de los años treinta del siglo anterior, de puro taquezal con las tejas de barro que sobresalían y el artesón en su cielo raso, era una hermosa propiedad con patio traspatio y capilla privada, los herederos no lograron mantenerla como una reliquia patrimonial.
Otro extenso inmueble convertido en un amplio salón de comercio lo constituye precisamente el lado norte del antiguo cine Alhambra propiedad de una familia de origen árabe. Estos también poseen el edificio de tres pisos en el centro de casco urbano, por sus extensas condiciones fue alquilado por la alcaldía y el complejo judicial en la década de los años 80 y 90, hoy se ha convertido en espacios para distintos tipos de comercio, principalmente ropa usada.
El antiguo Hotel Glomar, el primero en su clase en esta localidad, hoy es zona de módulos comerciales, tienda de zapatos y ropa exclusiva. Precisamente el consulado costarricense, ocupa lo que fue una casa solariega, antes de taquezal en el lado norte del Barrio Guadalupe.
Da pesar ver como muchas de estas casas que podrían ser parte de un centro histórico de esta ciudad, se convierten en estos módulos para comercio” lamento un ciudadano chinandegano de avanzada edad, que ha visto con el paso de los años la transformación de la ciudad en un inmenso mercado.
Rentas alcanzan los $1000 dólares
Los módulos han proliferado en todos los sectores, incluso en los repartos y colonias donde se rentan en $ 100, 200, 250 y 300 dólares. Las grandes bodegas, propios para ferreterías, ropa usada y restaurantes, alcanzan precios de hasta $
1.000 dólares.
Alicia una comerciante de repostería alquila en la zona periférica sur de la ciudad, la renta es de $100 dólares mensuales que considera es una ganga por la ubicación y espacio, pero le preocupa que pronto la dueña del local remozará con una cortina metálica para brindarle seguridad y eso puede incrementarle el costo de arrendamiento. “Lo que tengo que hacer es invertir más y variar en otros productos como vender refrescos, batidos y gaseosas” comentó la señora.
Por la proliferación de módulos han surgido empresas dedicadas a colocar cortinas metálicas con tarifas de $ 500, 600, 700 y 1.200 dólares. Otro de los servicios para estos locales son las cámaras de seguridad que ofrecen las empresas de vigilancia a $35 y $45 dólares.